sábado, 11 de febrero de 2012

¿ABORTO A LOS 16: SÍ O NO?

Es un tema delicado el que se nos plantea. Incluso yo misma no sé si podré abordarlo en mi artículo porque ahora mismo se me escapa de las manos y casi no podría imaginar la situación y lo que haría si me ocurriera. Sólo sé que no me gustaría pero imagino que así se sentirán las chicas a las que les ocurre y, por eso, intentando desgranar esta situación y desde mi máxima ignorancia hablaré sobre este tema.
Estoy a favor de la nueva ley pero con una modificación: el aborto es una opción posible cuando eres menor de edad, pero con el consentimiento de los padres. A los dieciséis o diecisiete años yo la veo la más conveniente, porque lo más probable es que ese niño esté cuidado por sus abuelos y no por sus padres, ya que es muy posible que ni siquiera estén juntos (o que, sin más, no se acuerden el uno del otro) además de que ninguno de los dos está preparado.
 La parte de desavenencia es que una niña (porque lo primero que hay que tener en cuenta es que, mentalmente, todavía somos niñas inmaduras que no sabemos de la vida un pimiento) no está capacitada para tomar una decisión tan importante, y muchas eligen el camino equivocado sin tener en cuenta que, si no han sabido cuidar de ellas mismas, no sabrán cuidar de una criatura indefensa. Por eso creo que los padres deberían, además de estar al tanto, poder opinar sobre el tema. No es algo que se pueda tomar a la ligera y en esa decisión hay dos partes implicadas: por una parte la pareja y por otra los padres. Dentro de la pareja puede ser que la persona del sexo masculino abandone la situación que le viene muy grande y, como no es él el afectado puede desaparecer sin dejar huella (es una de las situaciones, no quiero decir que sea siempre así). La otra afectada es la chica que es la portadora del fruto de ambos. Ella sí tiene realmente un problema y ha de asumirlo. La última palabra la tiene ella. Por otro lado están los padres (generalizo de él o de ella).Serán afectados seguros puesto que su hijo/a no podrá valerse por sí solo en su vida posterior, con lo que ellos tendrán que participar en la asunción del cuidado del bebé y de la situación que generará este nacimiento. Por lo que, sin lugar a dudas, ellos también tendrán que dar su opinión que debe tener más peso incluso que la decisión de su hijo/a .
A pesar de lo complicado de la situación, aún en ambas decisiones, el resultado puede ser favorable para los jóvenes. En la opción del aborto, la pareja se olvida del problema y no ha de asumir la responsabilidad tan grande que se les avecina. Si por el contrario se acogen a la opción de tener al niño, con el apoyo de sus familias, éstas tendrán que cambiar su vida y acoger a otro hijo más. Además seguramente apoyarán para que, a pesar del incidente, sus hijos/as puedan seguir adelante con su vida , haciéndose cargo del nieto hasta que ellos puedan asumir su responsabilidad.
Si los padres tienen que guiarnos en todo, ¿por qué no en un asunto tan importante?
Mi opinión es que hay tiempo para todo. Hoy en día nosotros, los adolescentes, estamos adelantados, intentando vivir lo que no nos toca (pero el tema alcohol y demás lo dejo para otro artículo) y por tanto dejando vacías unas y sobrecargadas otras las etapas de la vida. Un adolescente necesita salir y vivir y explorar para después tomar las decisiones adecuadas y dieciséis o diecisiete años no cunden tanto como para saber cómo actuar con un bebé entre los brazos. Un niño te ata, te cohíbe, y eso es impepinable. Se madura con el tiempo y con las experiencias, sí, pero no se puede jugar con una vida. Seguro que si nos dieran un Baby born a todas las adolescentes para que lo cuidaran durante una semana, ni el 5% de ellas aguantarían. No estamos preparadas.. También es cierto que hay que pagar un precio, y es alto, por haber cometido este error. Hablo del hecho de abortar y de sentir morir algo dentro de ti. De pensar: hoy habría cumplido un año, dos, tres…
Claro está que, si lo tuvieras, en un futuro cuidarías de ese niño con un hombre que no sería su padre probablemente.
Yo diría que la mejor forma de prevenir el aborto es la información y no hacer las cosas a la ligera. Es algo fácil de decir y difícil de cumplir en nuestra edad pero yo creo que hay que intentarlo. A veces una acción ligera nos pasa factura de por vida y por eso hemos de querernos y actuar con precaución.